Santiago Rodríguez, de Arizona a Primera División
El delantero de 25 años logró el ascenso con Instituto de Córdoba este fin de semana, siendo pilar fundamental del equipo. Sus inicios y un ejemplo de perseverancia.
Santiago Rodríguez se inició en su pueblo, en Arizona. Siempre soñó con llegar a Primera y triunfar. Veía los partidos de Copa Libertadores con su abuelo, a quien le dedicó el ascenso con la Gloria. “No era muy demostrativo, pero me amaba y en el cielo debe estar muy feliz con mis logros”, resaltó el delantero.
Casi había bajado los brazos en su ilusión con dedicarse al fútbol. Siempre le faltaba un condimento para quedar en instituciones como River, Boca, Banfield, Belgrano y Argentinos Juniors que decidieron no abrirle sus puertas al hábil zurdito de Arizona.
Sin embargo, y a sus 17 años, lo descubrieron en los Juegos Intercolegiales representando a la Escuela Malvinas Argentinas en una cancha de fútbol 5 . Potente, hábil y encarador fueron las cualidades que despertaron el interés de Sportivo Estudiantes de San Luis.
Más precisamente por el ex futbolista Néstor “Pucho” Gutiérrez, quien quedó maravillado por las cualidades de Rodríguez que marcó una enorme diferencia con sus rivales. Anotó cuatro goles en semifinales y la misma cantidad en la final.
Pasó de un playón a disputar la B Nacional en cuestión de días. En el Albiverde rápidamente se ganó el cariño de los hinchas y su titularidad era indiscutida.
Su primer gol, paradójicamente, fue ante Instituto en la fecha 40 de la temporada 2015.
Se transformó en la gran figura del elenco puntano. Hizo goles importantes, entre ellos, a Estudiantes de La Plata por Copa Argentina.
Emigró a Buenos Aires para ser parte del plantel de Almagro y disputar la Primera Nacional. Alternó momentos buenos y malos, como titular o suplente. Marcó seis goles en 38 partidos.
A Córdoba llegó en silencio. Buscando adaptación y recuperar confianza para demostrar su enorme talento.
Inició la temporada siendo la gran figura. Luego pasó por una meseta y regresó con todo sobre el final del campeonato siendo clave y marcando goles claves para el ascenso de La Gloria.
De tanto perseverar, cumplió su sueño: llegar a Primera División.
Los últimos minutos ante Estudiantes de Caseros en el Monumental de Alta Córdoba los jugó lesionado. En una pierna. “No me quedaba otra. Sabía que faltaban pocos minutos y eran los minutos más importantes del año”, sostuvo Rodríguez que no podía creer lo que vivió como jugador ante semejante ovación y aliento recibido.
Resaltó que lograron el objetivo gracias a las grandes personas que integraban el grupo y el compromiso de todos.
“Felicidad plena y alivio por todo lo que hemos vivido este año”, subrayó al quedarse con el ascenso en el que para él es “el torneo más difícil de Argentina”.